15/02/2022
El gobierno federal belga aprobó ayer una reforma en su mercado laboral, por la que los empleados podrán elegir trabajar tan sólo cuatro días a la semana, siempre y cuando este día extra de vacaciones sea compensado con más horas durante el resto de los días. A su vez, también tendrán la posibilidad de trabajar más horas una semana y menos otra. Esta última opción está pensada sobre todo para aquellos padres divorciados con custodia compartida, quienes podrán dedicar más tiempo a sus hijos una semana alterna.
En todo caso, no puede ser el empleador el que imponga este tipo de soluciones sino el propio trabajador, quién podrá plantear posibilidad a su empresa. Ésta podrá o no aceptar, pero en caso de rechazo deberá explicar el por qué. Este tipo de régimen tendrá una duración de seis meses que puede ser prorrogado.
Con esta medida, el gobierno presidido por el liberal Alexandre de Croo, pretende extraer lecciones sobre conciliación laboral tras el periodo de teletrabajo forzoso de la pandemia y que cada empleado pueda elegir mejor su pauta de trabajo según las necesidades de su vida familiar. A pesar de esto, algunos consideran que alargar la jornada hasta las nueve y diez horas acabará siendo contraproducente. “La vida de los padres ya es una carrera contra reloj entre los horarios de trabajo, escuela, guardería, actividades. Una jornada de trabajo de 9 horas y media sin contar el mediodía aumenta las dificultades y hará imposible llevar y recoger a los niños de la escuela o la guardería”, criticó ayer el director general de la Liga de las Familias, Christophe Cocu.
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