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Foto del escritorEmisor Queretaro

CIGARRAS, REALIDAD Y FANTASÍA.






Cabañuelas Ambientales.


Heidy Wagner Lacter.









08/05/2023.

Las cigarras, como los grillos, no cantan: estridulan (sonido que se produce mediante la fricción de ciertas partes del cuerpo), y al igual que ocurre con otros insectos, solo lo hacen los machos.


La cigarra es de la familia Cicadidae, del orden hemíptero. El colorido de sus cuerpos, una mezcla de amarillos, verdes, naranjas, negros, rojos y pardos, despiertan admiración. Estos insectos producen un sonido muy fuerte en temporada de lluvias, de ahí que se escuchen frases como "cuando canta la cigarra se acercan los tiempos de aguas”.


Sin embargo, pese a esta creencia, las chicharras no predicen el clima. Si bien su aparición suele ser simultánea con el clima lluvioso, la única relación es que el insecto necesita de la humedad del aire para empezar su metamorfosis. Un aspecto muy interesante es que, después de salir de los huevos, se entierran en el suelo. Eso es gracias a que ahí pueden absorber la savia de las raíces.


Las cigarras permanecen bajo tierra durante un largo periodo y hasta que superan las primeras etapas de crecimiento. Posteriormente, cuando son adultas, salen a la superficie, pero, este proceso puede tomar varios años.


Contrario a la falsa creencia de que las cigarras son una plaga, estos insectos poseen un papel importante en la naturaleza. Y es que, además de servir como alimento para otros animales, al morir se convierten en abono que beneficia a las plantas y, por lo tanto, a la vida en sí.


Existen diversas leyendas que involucran en sus personajes a la cigarra, como aquella que dice: “Dios decidió enviar a la tierra un animalillo con un potente canto para impedir que la gente se durmiera y, por lo tanto, que se pusiera a trabajar. ¡Así nació la cigarra!”.




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