Roberto Cárdenas
“O ya no entiendo lo que está pasando o ya pasó lo que estaba yo entendiendo”
septiembre 13 de 2021.
En el mundo de la Filosofía tan desdeñado por la mayoría de los “líderes de opinión”, Doxa es entendido como el conocimiento que no brinda una certeza. Como ejemplo actual lo podemos ver en la cascada infinita de opiniones que se vierten a diario en esa hoguera de las vanidades vacuas que son las redes sociales. Vivimos en la sociedad de la información en detrimento de la sociedad del conocimiento. La paradoja continua, cuesta trabajo concentrarse, analizar, leer, comprender un tema, pero se ansia participar, demostrar que somos conocedores de los eventos que acontecen en el mundo, no importa que sea el descubrimiento de una vacuna contra un mortal virus o los mecanismos tan veleidosos de lo que el mundo occidental llama democracia. ¿Tenemos derecho a opinar? ¡Claro!, ese no es el problema, lo que está presente es una banalización de la opinión pública, que opaca, reduce a espectáculo, eventos que se deben analizar, revisar, comprender, con tiempo, con rigor, sí, rigor, esa costumbre, que pocos opinadores frecuentan en la actualidad. La censura no es la idea que aquí estoy expresando, al final, cada quién es libre de opinar, y dar su punto de vista, en eso, no hay debate, lo que aquí se critica, y cuéntenlo como mi opinión, solo, mi opinión y es normal que algunos estén en desacuerdo con lo que aquí expreso, es lo normal, la confrontación y el no estar de acuerdo es la esencia de la comunicación y sería algo extraño, que no existiera la crítica, como alguna ocasión escribí: De la crítica están hechos los labios de la democracia. Sí, la democracia, tan cerca de la crisis y tan lejos de la poiesis; pero bueno, ese es otro tema, que más adelante en otra colaboración les comentaré. La Doxa es la metástasis del debate público, no importa saber de qué se está hablando, lo importante, es tener la primera opinión, si explotó una bomba en Irak en milésimas de segundo, habrá una publicación con la respuesta “precisa”, del origen, de la causa de esa bomba, muchas veces los opinantes ni pueden ubicar en un mapa a Irak, pero eso es lo de menos, lo importante es estar presente en la “conversación”. Lo grave es que ahora, muchos personajes se consideran “expertos” y son promovidos con impunidad idiota y, son colocarlos como los dueños de la sentencia en cada tema, por más complejo que sea de: “magister dixit” y si uno intenta cuestionar su sesgada y en la mayoría de las ocasiones patrocinada opinión, la respuesta es el insulto y la barbarie discursiva ni más ni menos. Por ello, los invito, si les interesa informarse, documentarse, descubrir los elementos del desastre, de nuestra vida, no queda más que esperar, tomarse su tiempo y no irse con la primera salvajada que se publica en redes sociales, no estoy aquí dando a entender que todo lo que se publica en esa red virtual es basura, pero, si puedo asegurarles que lo que abunda es Doxa, en su estado más puro. Como dijo el gran Heráclito: “Pensar es la mayor virtud y la sabiduría consiste en decir la verdad y obrar escuchando a la naturaleza.” Obvio no creyéndose todo lo que se publica en “redes sociales” y más de los que se creen oráculos virtuales, sin mínimo tener el hábito de la lectura en un libro, obvio. Para terminar, no hagan caso a lo que acaban de leer, si es que llegaron hasta este final, pues todo se reduce a mi simple opinión y tú lector, tendrás la tuya y esa es la clave de la comunicación. Eso sí, evitemos la Doxa. Les dejo mi Twitter: @robercachoa ¡Todo bien!
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