Guadalupe Elizalde Gallego.
Los Pensamientos de Guadalupe Elizalde...
06/03/2022.
“No sé qué nos está sucediendo”, exclamaba mi abuelita dando vueltas por toda la casa, desesperada. Su cara sufriente despertó una alarma familiar, porque a su edad puede ser cualquier evento crítico que podría tornarse grave. Gracias a Dios no se trató de nada de eso; la abuelita se enteró que el próximo 10 de abril es ya Domingo de Ramos, inicio de la Semana Santa, la que como muchos que aún vivimos en un encierro relativo no vimos venir.
¿Cómo están, amables lectoras y lectores? Algunos quizá asombrados de que el tiempo nos haya alcanzado tan rápido; otros, enteradísimos, porque los hay que desde enero empiezan a preguntar en qué mes cae la Semana Mayor. Nosotros como ni esperanzas tenemos de viajar porque la economía se nos ha descompuesto como el pescado sin refrigerar, realmente no ponemos gran atención en esas fechas de vacaciones. Tratamos, honestamente, de respetar los días de guardar y dedicarlos a meditar sobre la Pasión de Cristo, lo que significa cada uno de los días y los que en ellos ocurrió en la vida del Hijo de Dios, a ver en qué forma mejoramos la nuestra.
La alarma de la abuela tuvo que ver con que escuchó de pasada la arenga del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, quien gritaba a voz en cuello en Coahuila, que los oriundos de ese estado no dejarían solo a Andrés Manuel, su coterráneo, cuatacho y su presidente; vamos, su patrón porque a él debe el encargo. También anduvo ese día por Hermosillo, la ciudad que a escala nacional ocupa el primer lugar con mayor percepción de inseguridad, de acuerdo con los resultados de la encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), con un porcentaje de 86.2%, y eso que el gobernador del estado es nada menos que Alfonso Durazo Montaño, quien viene del PRI, trabajó como secretario particular del ex presidente Vicente Fox, pasó a Movimiento Ciudadano y finalmente al consejo consultivo del Movimiento de Regeneración Nacional, antes de ser secretario de Seguridad Pública. Total, que por allá anduvieron ambos repartiendo abrazos en un mitin donde se juntaron unas 15 mil personas, según sus cuentas. Sonora cuenta ahora con 2 millones 945 mil habitantes; en edad de votar hay 93 mil 376, 708 habitantes, y Durazo ganó con 419 mil 662 votos; así visto, ahí la llevan. Dice mi abuelita que ahora los políticos mexicanos hacen una especie de postgrado en partidos políticos, porque pasan por todos y en ninguno hacen roncha.
“Qué nos está sucediendo”, repetía mi abuelita. Y es que ya viene el Domingo de Ramos, día en que según las escrituras, el Hijo de Dios entraría de la manera más humilde a la ciudad traicionera de Jerusalén, misma que lo sacrificaría 8 días después. “Ya no respetamos nada”. Es cierto: ni la Constitución, ni las leyes electorales que nosotros mismos votamos por medio de nuestros representantes en la Cámara de diputados y senadores. A algunos le parece muy bien andar por ahí gritando que verán pasar los cadáveres de los consejeros electorales. “Esos ya se van” (lanzó el presidente López Obrador). “Los vamos a ver pasar ahí por enfrente con la cola entre las patas”; o sea, ¿cómo perros? Lo peor es el espectáculo: un presidente y su secretario de Gobernación burlándose del INE de una manera bufa que, 4T o no, no les va con la investidura. El pueblo mexicano aguanta, se ríe, nos gusta el relajo y lo que ustedes gusten, pero hay un hilo casi invisible que separa la diversión del desprecio. Creo que ya lo cruzaron y no lo verán por desesperación y soberbia.
Ya viene el Domingo de Ramos. La entrada triunfal que hizo Jesús en Jerusalén no fue tal. Pero Cristo lo sabía. El aceptó su destino. Aquí es el Sanedrín el que entra a lomos de burros y mulas, y pareciera que van ya rumbo a Babilonia al siglo I D.C.
Sí, estoy de acuerdo en que no es clima para tratar estos temas sensibles a la población mexicana con ese engaño, porque están hablando con mentiras. Entiendo que ellos creen que el pueblo es menso, pero no se equivoquen, la liga no da para tanto.
Hoy, los funcionarios aduladores y (ellos sí) aspiracionistas, sacan las palmas para alabar al burro y a quien lo monta, le cantan hosanas y le tiran vivas. Yo creo que por ahí no van a lado alguno. El reyecito está aislado, no solo, naturalmente. Pero sí aislado por el círculo íntimo que aspira a sucederlo. Ya no se pierde solo, ahora, perdido lo confunden. Lo triste es que una gran nación que es México depende de ellos.
No, ya no somos los mismos; hemos pasado, sobre todo. Pero cuando una facción política actúa así, prepara a un enemigo que actuará igual.
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