Guadalupe Elizalde Gallego.
Los Pensamientos de Guadalupe Elizalde...
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06/06/2022.
Buenos días tengan tod@s ustedes, amables lectoras y lectores. Hoy comienza el sexto mes del año y apenas puede una creer que se haya ido tan rápido la mitad del 2022. Ojalá el resto transcurra igual de ágil, aunque con menos violencia, hambre, inflación y tonterías políticas. Cuando digo esto me refiero a Alejandro Moreno, mejor conocido como “Alito”. Se trata del dirigente del PRI quien ha sido espiado por gente del partido Morena (Layda Sansores, ex priísta de hueso colorado y actual gobernadora de Campeche, hoy morenista adicta). Deje usted que se refiriera al gremio periodístico como uno que debería matarse de hambre y no a balazos, como ha venido sucediendo en el sexenio. No nos mantenga don Alejandro, que para eso trabajamos. Lo que salta a la vista es su florido y muy culturizado léxico, digno de alguna Academia de la Lengua, pero de res. Terrible. Tras vivir el paso de tantos presidentes del tricolor, ¿por qué el cielo de la política mexicana nos castiga con estos ejemplares?
Ahí no paró el caos. Más tarde se filtró otro audio en donde el ex gobernador de Chiapas por el Partido Verde, llama a Alito y le advierte que, si no jala con la reforma carbonífera y combusteólica de Manuel Bartlett, se cuide de las medidas punitivas que podría tomar en su contra el flamante secretario de Gobernación, coterráneo y hombre de las confianzas del presidente de la República, Adán Augusto López. Por si el/la lector/a no recuerdan a Manuel Velasco, es quien le enviaba los fajos de billetes en efectivo a los hermanos de Andrés Manuel; ejemplos probos y transparentes de la recolección de activos o dádivas que le dieron al fundador y cabeza de Morena para que no le faltara en su campaña, plantones, tomas y berrinches, ni la gasolina ni sus 3 alimentos. Y es que no fue poco; 18 años de brega y lucha ultra democrática, lejos de los cochupos y del dinero del crimen organizado no se consiguen fácilmente. En esta colecta sólo les faltó repartir alcancías, tipo la colecta de la Cruz Roja, para que la gente de a pie diera voluntariamente una cuota, moneda o billete, para que esos preclaros y honradísimos damas y caballeros que ocupan hoy cargos públicos ingirieran la proteína necesaria para que no les diera anemia cerebral y dejaran de pensar.
El caso es que estas realidades están confundiendo a mi abuelita, quien a veces habla dormida llamado a Luis Echeverría y otras a Carlos Salinas. Dice que las acciones de Adán Augusto y las iniciativas en contra del INE le recuerdan las peores épocas del PRI: la muerte del periodista Manuel Buendía (quepd) por filtrar las relaciones del gobierno de México y policías federales con el crimen organizado. ¡Cómo han cambiado las cosas!
Entonces el y los subsecuentes secretarios de Gobernación cubrían a la figura presidencial como si de un dios se tratara. Que no se le pusiera enfrente un gobernador porque desde luego le encontraban delitos como tráfico de influencias; las propiedades que no pudo adquirir con su sueldo, o de plano le mataban a un familiar para aplacar su ánimo. Entonces, ¡Dios librara a la oposición de ganar algún puesto público porque le hacían la vida imposible!, así como está ocurriendo con la alcaldesa de Cuauhtémoc (y los ciudadanos que votaron por ella, bien gracias).
¿Recuerda usted una sabia frase de Carlos Salinas? Él dijo: “vamos a cambiar todo para que todo siga igual”. Y esa misma frase resuena en mi cabeza, pero con otro final: cambiemos todo para que todo esté peor.
Nos hemos vuelto tontos y mezquinos. En las redes leí a una señora muy enojada porque un Checo Pérez triunfante celebró echándose a la alberca con el ex presidente Calderón. Se preguntaba de dónde había sacado el dinero para ir a Mónaco. Pues del trabajo, señora. Además, el ex presidente tiene un puesto en la Liga y fue y ha sido uno de los principales impulsores de la carrera del Checo Pérez. O sea, no les da ni para felicitar al mexicano por su triunfo.
Pero encontré un comentario aún peor: un ciudadano lengua de res afirmaba que si ganaba “el narco en estas elecciones, estaba bien, porque entonces ya no les cargarían el cobro de piso”. Juro que así lo leí.
Somos una bola de estólidos y cenutrios hijos de la sandez. No leemos, no nos enteramos y creemos que Quetzalcóatl ha de regresar con las manos llenas a de maíz para darnos de comer. Nos pasamos cualquier cosa que nos digan los que aspiran a conquistar y mantener el poder, no enjuiciamos ni dudamos.
Ojalá el actor López Tarso se restablezca de su neumonía y nos viva tiempo de calidad. Gracias Checo, gracias a los investigadores mexicanos.
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