Verdades que acomodan e incomodan de Lorena...
Lorena Reséndiz Mendoza
09/09/2022.
Esta vez tocaré un tema de por sí difícil de abordar, la muerte de mujeres en México, llamado ahora “feminicidio”. La sola palabra causa escalofrío por cómo se ha manejado en el argot periodístico, político, cultural, social y económico. Si nos vamos a la definición de feminicidio: delito de odio a las mujeres por su condición de género al estar sometida a relaciones de poder y superioridad, asesinato de una mujer por el hecho de serlo.
En los nueve meses transcurridos de este año dos mil veintidós, la cantidad de mujeres muertas por la violencia de género es importante, de las que más se ha hablado, las jóvenes muertas en Monterrey, Silao, Querétaro, Estado de México, Puebla, Zacatecas y Tlaxcala, sin embargo, no son las únicas, existen muchas mujeres que mueren por violencia y que no se habla de ellas, algunas por el contexto en el que viven, otras porque para las autoridades y la misma familia no son importantes, y muchas más que viven muertas en vida soportando una serie de vejaciones y maltratos.
En mil novecientos noventa y tres los casos de las mujeres muertas en Ciudad Juárez marcaron un precedente en México, cientos de mujeres perdieron la vida en manos de seres despiadados que abusando del poder que ostentaban abusaron y quitaron la vida a mujeres que salían de las maquiladoras, ultrajando y asesinando, desapareciendo así a madres, hijas, hermanas, amigas, conocidas, y hasta la fecha no hay un responsable, el mismo gobierno, autoridades han dado carpetazo al tema y solo aparece como una estadística más.
La palabra feminicidio es un neologismo que procede de un vocablo inglés, femicide, relacionado con el asesinato de mujeres y fue Diana Russell quién utilizó por primera vez el término en mil novecientos setenta y seis ante el Tribunal Internacional de Bruselas sobre crímenes cometidos contra la mujer. En México, la palabra feminicidio ingresa al Código Penal para el Distrito Federal en julio de dos mil once, para dos mil doce es incorporada en el artículo trescientos veinticinco, Capítulo V del Código Penal Federal, que dice “comete feminicidio” quién prive de la vida a una mujer por razones de género.
Analizando los hechos ocurridos en nuestro país, la muerte de mujeres es un asesinato con todas las agravantes de la ley, lo que indigna y hace ruido es que la mayoría de las mujeres que han perdido la vida no son víctimas de un desquiciado que sale a la calle, ve que va caminando una mujer y por el solo hecho de ser mujer la mata sin razón alguna. No, desgraciadamente la mayoría de estos decesos ocurre en el entorno inmediato de la víctima, y es alguien a quien conoce, su esposo, su pareja, su amante, un conocido, un amigo, un familiar y que la violencia y el abuso no surge de manera espontánea, existen señales, datos, convivencia, celos, conformismo, sometimiento, no hacer la denuncia a tiempo, vivir durmiendo con el enemigo y fingir que nada pasa. He sabido de mujeres que enarbolan el amor y por eso siguen aguantando, otras se justifican por los hijos, muchas más por los bienes económicos. Estamos ante una nueva realidad, tenemos información por muchos lados, se hacen campañas sobre la prevención de la violencia, mujeres que denuncian el maltrato, los golpes, los intentos de asesinato y después de un tiempo, levantan la denuncia y vuelven al mismo círculo vicioso, otras hacen la denuncia y las autoridades no actúan a tiempo y el esposo, el novio, el conocido acaba por asesinar a la pareja, el muy cobarde huye y deja en la orfandad a los propios hijos, devastada a la familia y lo peor, sin castigo, las fiscalías se lavan las manos públicamente y no se hace nada, pero más que feminicidio le llamo asesinato, violencia, omisión.
Mujeres, madres, amigas, abran los ojos, vean a quién escogen como esposo, novio, amigo, quién entra a su círculo más cercano, prepárense, busquen ayuda en cuanto existan señales de alerta, en pleno siglo XXI con tanta información no es posible seguir con la misma percepción de que un golpeador dejará de serlo, un abusador cambiará, un hombre violento reaccionará de una manera tierna cuando es su característica, cuando afloran los traumas, los miedos que viene cargando. A la primera señal de agresión, es importante buscar ayuda, alejarse y denunciar, minimizar los golpes, las amenazas, la violencia promueve que existan más asesinatos de mujeres
Condeno enérgicamente a las autoridades que hacen oídos sordos a los asesinatos de mujeres, que no investigan, no buscan y castigan a los culpables, a las mujeres que callan, que permiten ser violentadas, vulneradas, a las feminazis que justificando los asesinatos salen a las calles a violentar todo lo que se les pone enfrente, cuando deberían levantar la voz en los tribunales, con los jueces, con los encargados de imponer y aplicar la ley, haciendo marchas y destrozando, ¿Qué han conseguido? Así no se gana una batalla, se ganará cuando la mujer asuma el papel importante que tiene en la sociedad, se ame, se valore y se respete y, sobre todo, no permita un acto de agresión por mínimo que este sea.
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