Textualidades/ Fernando Roque.
Fernando Roque
14/11/2022.
Querido, degollé a los niños“
María se enteró que su esposo, en los Estados Unidos, no solo le ponía el cuerno con cuanta gringa se le atravesaba en el camino, sino vivía ya con otra connacional, olvidándose que tenía esposa e hijos: hombre y mujer; incluso había dejado de enviarle dinero “ el muy cabrón “-pensó para sus adentros mientras un nido de odio se le formaba en el corazón, el dolor de haber sido sustituida en el lecho de “ su viejo “ como lo llamaba siempre, si, ahora era de otra, la había sustituido no solo en la cama sino en su vida, pues ya vivía con ella. Esta información se la confirmó él cuando furiosa le reclamó por teléfono “ si es verdad, y es mejor que tú en todo “-le remató como una bofetada cruel-¿ y tus hijos ?-también son tuyos, mi nueva pareja tiene los suyos, a los que tengo que educar, adiós-le escupió para finalizar la amarga llamada telefónica. María era considerada una mujer de armas tomar pero no pensaba buscarlo, ¿ cómo hallarlo sin saber nada de inglés, sin dinero pues apenas obtenía lo necesario para mantener a sus dos hijos . . .y luego la humillación de rogarle que regresara, que se hiciera cargo de sus hijos, ¿ que dirían sus vecinos ? y aún tenía desudas que pagar, problemas en su trabajo-“ ¿ que voy a hacer con esta pinche bola de problemas ?¿ porqué Dios le daba la espalda ?¿ encontraría una nueva pareja con dos hijos a cuestas ¡ carajo ¡ aún se conservaba guapa, entonces ¿ porqué su esposo la había cambiado ?¿ porqué ese maldito país se lo había arrebatado si había prometido regresar y darles un mejor nivel de vida ? Por más que le daba vueltas no hallaba una respuesta. Maldita vida que le asestaba este madrazo.-“ Jamás pensé que me abandonaría y también a sus hijos y a nuestros problemas, el muy cabrón se fue a Estados Unidos para mejorar nuestra situación, yo matándome para educar a nuestros hijos, trabajando de sol a sol mientras el se divertía con esa pinche vieja dándole vuelo a la hilacha, gastándose sus dólares en ella ¡ que poca madre ¡ ya no piensa regresar. Me envió fotos de los dos para ponerle más sal a la herida . . .pues ahora verá las fotos que yo le envío, ni se lo espera, vivirá toda la vida con el remordimiento a cuestas, él lo provocó con sus puterías . . .yo solo fui la víctima, me llevaré a mis hijos conmigo, no volverán a verlo, ya lo decidí: ¿ para qué quiero esta pinche vida ? no quiero ser el hazmereir de todos, les presumía que nos empezaba a ir mejor, pero no solo le iba bien a él y a esa desgraciada que me lo bajó. Ahora me toca regresarle las fotos-dijo mientras tomaba el cuchillo de la cocina y se dirigía al cuarto dónde sus hijos dormían plácidamente y tomaba su celular para tomar las últimas fotos de ellos, ella las enviaría con todo su odio acumulado a su infiel esposo. Sería la venganza perfecta. Sabía que había cruzado el punto sin retorno, pero eran de ella tanto como de él. Después del hecho pulsó la tecla para enviar las fotos . . .en ese momento debía estar aullando de dolor en el hombro de ella. Su rival o quizá desmayado en su regazo . . .la venganza estaba hecha: sus hijos descansaban ya en paz. Ahora era el turno de ella. Un acto de inconsciencia y furia en que no supo que el que ganó fue su esposo: se deshizo de su histérica esposa y de la responsabilidad de sus hijos para poder casarse con su amante y quedar como víctima. El tiempo todo lo borra . . .hasta la sangre.
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