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Foto del escritorEmsior Querétaro

PANDEMIA (RELATO).



Textualidades/ Fernando Roque.




Fernando Roque




28/08/2022.

Ricardo vivía solo, había abandonado a su familia: esposa embarazada, tras un fuerte pleito familiar por su alcoholismo. Su esposa, aunque había prometido denunciarlo por violento, no lo hizo. Ricardo se instaló en un cuarto de azotea de la gran ciudad, llena de gente. “Parecen ratas-solía pensar-salen hasta de la coladera”. Nunca se acostumbró a tantas personas, hacer largas filas y luego el tráfico infernal . . .perdía mucho tiempo debido a los demás. Cuando estaba atorado en el tráfico o preso de alguna fila en las tiendas o en el banco deliberaba: “Ojalá se muriera una parte de la población, ya somos muchos ¡ carajo¡ y ni una guerra mundial o peste que nos controle, ya que los políticos no implementan campañas para el control de la población, y esto solo nos trae más problemas: desempleo, contaminación, violencia, delincuencia . . .”. No soportaba a sus vecinos por ruidosos y tenía pocos amigos, hechos en el trabajo: Jaime y Pedro y sus esposas e hijos, a los que veía como sobrinos, al no tener los propios. No sabía, ni quería saberlo si ya había nacido su hijo“ ¡ que se encargue ella: para eso es mujer ¡”. Tampoco sabía nada de sus hermanos ni de sus ancianos padres por haberse puesto del lado de su esposa “ ¡ Traidores ¡-les llamaba en sus delirios alcohólicos-prefiero no depender de nadie “. Y así transcurría su rutina: trabajaba toda la semana en la oficina y se desfogaba los fines de semana en algún bar de mala muerte o putero lleno de cucarachas, con sus dos amigos o solo, cuando sus esposas “ no les soltaban las cadenas “. Pensaba que eran unos mandilones cuando estos no acudían a la cita para embriagarse y así seguía rumiando contra la raza humana: “ más vale solo que mal acompañado “. Nunca regresó a su pueblo ni tuvo noticias de su lejana y fantasmal familia, pues solo existía ya en su recuerdo. Alguna vez quiso llorar, pero no fluyeron las làgrimas al recordarlos y prefería buscar una prostituta para que le hiciera compañía y alejar su nostalgia como a un zopilote que rondaba su conciencia. En la televisión la noticia, a la que dio poca importancia, empezó a crecer como bola de nieve: una misteriosa epidemia había brotado en China “- ¡ carajo ¡ hasta lo malo es creado allá MADE IN CHINA y llegaba como la piratería: a todo el mundo, fácilmente. ¿ no será una broma o una estrategia de control de los gobiernos ? pues últimamente ha habido muchos brotes de rebeldía en todo el mundo, ¿ no sería un plan de Estados Unidos y Rusia para quitar el poderío económico que está obteniendo China ?-pensaba mientras veía los noticieros. Una leve inquietud comenzaba a adueñarse de sus pensamientos-lo que nos faltaba: después de lo mal que está el mundo ¡ una pinche peste !¿ y la tecnología no sirvió para contenerla ?. Así pasó una semana, dos . . .y la alarma aumentó: sólo de eso hablaban en la tele ¡ que aburrido ¡ ¡ como machacan con eso de los cubrebocas y lavarse las manos ¡ como si fuéramos niñitos y papá gobierno nos regañara repitiéndonos mil veces las cosas. Luego se enteró de celebridades que habían fallecido por la ya declarada pandemia, que se había extendido a todo el mundo “ Quédense en su casa “-ladraban los comentaristas todo el tiempo. En su trabajo le dieron cuarentena y pensó rápidamente que ahora si podría leer todos los libros y revistas que había acumulado “ para cuando tuviera tiempo de leerlos “ y ahora tendría tiempo de sobra, había decidido ya no ver noticieros en la tele y solo ver películas ¡ me tienen hasta la madre con su pinche pandemia ¡¡ por lo menos disminuirá la población con los difuntos ¡fornican como conejos ¡ carajo ¡ y en el fondo se alegraba un poco que muriera gente en otros países a los que imaginaba muy lejanos. A los pocos días también hubo muertos en el país, en su ciudad-¿ no estarán mintiendo para tenernos encarcelados en nuestras propias casas ? Por lo pronto sòlo salía para lo indispensable, pues su cuarto era pequeño y no podría almacenar mucha comida. Se comunicaba por su teléfono o redes sociales con sus cuates, hasta que en una red social se enteró que había fallecido su esposa con su bebé, al que había contagiado. Se le hizo un nudo en la garganta y estuvo a punto de llorar, contenía el llanto tratando de recordar sus problemas y pleitos con ella . . .¿ y el bebé ? ya no lo conoció, seguro ella lo hubiera obligado a darle pensión, pensó egoístamente, “ si estuviera con ella me habría contagiado, ¿ y mis padres y hermanos ? “. A la semana se enteró que ambos padres habían fallecido por complicaciones relacionadas con el coronavirus, ¿ y su hermana María ?. El dolor se agolpó en su conciencia, no podía ir a ver a sus difuntos padres, pues las autoridades lo habían prohibido por evitar contagios, estuvo a punto de escribir en la red social y decirles que lo sentía mucho, que lo perdonaran, pero se contuvo. El dolor más grande y años de recuerdos se agolparon en la puerta de su mente, queriendo entrar al mismo tiempo: –“ ¿y mi hijito ? nunca lo conocí ¡ carajo ¡ y ella ya nunca me perdonará por abandonarla ¡ si los tuviera vivos les prometería regresar, ¿ y mis viejos ? ya no podré volver a verlos, mi hermanita . . .¡ Dios mío ¡ que pinche he sido como esposo, padre, hijo y hermano y ahora ni como desahogarme en una cantina ya que están cerradas. Tendré que tomar a solas, sin mis cuates, aunque les podré platicar por el celular, necesito cicatrizar esta herida de alguna forma y ahora tendré que estar encerrado con este dolor carcomiéndome las entrañas. Entonces estuvo tomando toda la noche, hasta quedar dormido en la madrugada. Al día siguiente la resaca y el dolor unidos. En la noche empezó a sentir los síntomas de la pandemia . . .

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