17/01/2023.
Durango es un estado que, como la mayoría del territorio nacional, cuenta con grandes atractivos turísticos muy visitados por los extranjeros y viajeros de todo el país, pues cuenta con una amplia variedad de actividades que puedes realizar con toda la familia, entre ambientes naturales y sus bellos pueblos tradicionales, que resguardan sus costumbres, edificios monumentales y un pasado mágico lleno de sitios que nos cuentan la historia magnífica, en cada uno de sus rincones.
Entre estos lugares destaca el Pueblo Mágico de Mapimí, que entró a la lista de estos pueblos en el año 2012 como el primero del estado de Durango en llevar este nombramiento, uno de los lugares turísticos más relevantes porque resguarda una historia de más de 400 años y pertenece al “Camino Real de Tierra Adentro” en la lista de la UNESCO desde el 2010, debido a las maravillas naturales que puedes encontrar en este municipio duranguense.
Mapimí significa “piedra en alto o cerro elevado” y en la época prehispánica, esta región fue habitada por indígenas tobosos y coyomes. Los españoles que llegaron a estas tierras, fundaron este pueblo en 1598, un sitio lleno de minerales valiosos, descubierto por los conquistadores, quienes enfrentaron a los indígenas para asentar las bases de su pueblo en esta región tan basta, pero que no prosperó debido a la inestabilidad que se vivió en esta región.
En 1893, una compañía de minerales tomó posesión de las minas de Ojuela, que se localizan a 10 kilómetros al sureste de Mapimí, para construir un puente colgante de 60 pies de largo. Sin embargo, al suspenderse las actividades mineras, la infraestructura completa fue retirada de esta zona y lo único que sobrevivió, gracias a la iniciativa de los pobladores del lugar y la compañía minera, fue el colosal Puente Colgante de Ojuela, un atractivo que poco a poco fue ganando seguidores entre los turistas amantes de la aventura.
Puente Colgante de Ojuela, un recorrido para valientes
Este destino se localiza a sólo 15 minutos desde el municipio de Durango y para poder llegar hasta las ruinas de este maravilloso poblado, tendrás que atravesar el majestuoso puente colgante de 315 metros de largo, que es considerado como el más grande de toda Latinoamérica. La historia de este puente data del siglo XIX y su pasado minero es cautivador, pues podemos apreciar claramente los vestigios de esta actividad económica que mantuvo viva a le entidad y permitió la construcción de esta encantadora atracción no apta para cardiacos ni para quienes sufren de vértigo.
El Puente Colgante de Ojuela se encuentra suspendido a una altura de 100 metros, por lo que será inevitable sentirte con un poco de miedo y con la piel erizada, mientras cruzas su estructura, además de los nervios y descargas de adrenalina que se darán durante esta travesía, una actividad pensada en aquellos valientes viajeros que amen las actividades al aire libre, los deportes y actividades extremas, pero sobre todo, los sitios maravillosos de México, que cuenten su pasado a través de las actividades turísticas más destacadas en sus puntos de interés.
Si deseas experimentar estas descargas de emociones, lo más recomendable es que contrates a un guía local que conozca la zona a la perfección, pues además te ayudarán a conocer la historia de Ojuela, un pueblo que tuvo su esplendor entre 1826 y 1928, gracias a la extracción de oro y plata, en este sitio habitado por más de 5 mil personas, este encantador lugar con un pasado minero que puedes conocer al adentrarte en las entrañas de la tierra en su mina Santa Rita, que podrás disfrutar en este recorrido magistral.
En el interior de esta mina, podrás disfrutar de un pequeño museo con antiguas herramientas que eran usadas para la extracción de estos minerales y una mula de carga momificada. Pero eso no es todo, pues además de este recorrido, podrás lanzarte desde la tirolesa en un recorrido a lo largo de 33 metros de distancia y a una altura de más de 120 metros, que harán de tu visita a Ojuela, algo memorable y que seguramente, querrás volver a experimentar en alguna otra ocasión, especialmente si eres de los que no se cansan de vivir al límite.
Para llegar hasta el Puente de Ojuela desde la Ciudad de México, tendrás que recorrer un tramo amplio en viaje por carretera, pues esta localidad se encuentra a cuatro horas de camino desde la ciudad de Durango, por lo que deberás ser muy paciente en caso de que elijas la opción de hacer un viaje en coche y prepararte para una ruta larga con duración aproximada de 12 horas. Recuerda que para viajes en carretera puedes checar nuestra recomendación: Cinco cosas que debes revisar a tu auto antes de salir a un viaje por carretera, donde encontrarás los mejores tips para dar mantenimiento a tu auto.
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