Textualidades/ Fernando Roque.
Fernando Roque
06/03/2023.
Continuamos por el barrio de Ginza, la calle Omotesando ( parecida a Mazarik, por sus artículos de lujo ), el estadio de lucha Sumo, el museo Edo, la torre Skytree y el rascacielos Roppongi. En la noche acudimos al barrio Shibuya, a ver la estatua del perrito Hachiko y al cruce peatonal más famoso del mundo; al día siguiente la guía Erika Murakami nos encaminó al monte Fuji y a un pueblito a orillas de un lago llamado Kawaguchiko. Para nuestra buena suerte todo el tiempo estuvo descubierto el Fujiyama, pues generalmente está tapado por neblina. Para llegar a su falda pasamos por el bosque de los suicidas, dónde constantemente ponen música para desanimar a los que se quieren quitar la vida. Entonces llegamos al hotel Monte Fuji View dónde acudimos al Onsen ( especie de sauna ), luego acudimos al santuario Fuji Sengen; al día siguiente llegamos al pueblo campesino tradicional Iyashinonatonemba, dónde nos disfrazamos de samuráis y las damas de geishas y un escritor nos vendió su libro infantil autografiado.. Llegamos después a las cataratas de Shiraito. Posteriormente arribamos al museo Toyota en Nagoya, con una gran cantidad de autos de todo el mundo y diferentes épocas, aunque aquí todos los inodoros eran de estilo oriental. Nagoya es una ciudad grande junto al pacífico, aunque menos que Tokio. Al día siguiente partimos a Kioto ( antigua capital ). Llegando fuimos al Fushimi Inari, templo de las 1000 puertas Torii, y al famosísimo Pabellón de Oro, ya en la noche fuimos al barrio Gion a cazar Geishas con la cámara, que son perseguidas por todos los turistas como si fueran estrellas de cine, aunque realmente son Maikos ( aprendices de entretenedoras). A lo lejos vimos un teatro Kabuki. Al otro día fuimos al bosque de bambú de Arashiyama. También en Kioto caminamos por una calle muy angosta, llena de restaurantes dónde acuden geishas: Pontocho. Salimos para Nara dónde está el templo de madera más grande del mundo: Todaiji, con un Buda de 15 metros y convivimos con los ciervos que deambulan por todos lados, pues son sagrados. Llegamos al templo budista más antiguo de Japón Horiyuji. Por la tarde llegamos a Osaka, segunda ciudad más importante del Japón. Finalmente en la madrugada nos dirigimos en taxi al aereopuerto Itami y ya en el aire pudimos ver hacia abajo al monte Fuji, despidiéndonos rumbo a nuestro México querido.
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