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Cabañuelas Ambientales.
Heidy Wagner Lacter.
03/04/2023.
La temporada de sequía además de representar un grave problema por la falta de agua para uso humano, para ganado y para el riego de cultivos, también provoca el desarrollo de plagas que afectan al sector agropecuario y forestal.
Los efectos del cambio climático favorecen la propagación de plagas cada vez más destructivas y amenazan la supervivencia de plantas y cultivos, situación que supone una amenaza creciente para la seguridad alimentaria y el medio ambiente, esto de acuerdo con un estudio publicado por de la agencia de la ONU encargada de temas agrícolas y alimentarios.
Algunas plagas, como el gusano cogollero, que se alimenta de un gran número de cultivos como el maíz, el sorgo y el mijo, y la mosca de la fruta Tephritid, que además de la fruta, daña a otros cultivos, se han empezado a presentar debido al aumento de temperaturas y falta de lluvias.
Lamentablemente estas plagas no son las únicas, existen otras que no solo afectan cultivos, sino también especies forestales, como son los descortezadores, insectos se alimentan del cambium del árbol, el tejido a partir del cual crecen los árboles.
Defoliadores, insectos que consumen o tiran el follaje. Barrenadores, se alimentan de la madera, excavando galerías en el tronco. Carpófagos, estos insectos se alimentan de los frutos, piñas y semillas. Cogolleros, se alimentan de los brotes, impidiendo el crecimiento del árbol. Muérdagos, plantas parásitas que les roban nutrientes y retrasan el crecimiento de los árboles.
Cuscuta planta parásita que mata árboles jóvenes y longevos, es llamada cabello del demonio, intestinos del diablo o hierba estranguladora; se trata de una enredadera que parece sopa de fideos. Ataca por lo menos 20 especies diferentes, sobre todo aquellas que segregan savia como el pirul.
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